¿Qué es la limpieza con hielo seco?
La limpieza con hielo seco, también llamada limpieza criogénica, consiste en proyectar pellets de dióxido de carbono sólido (-78,5ºC) sobre una superficie. Al impactar, el hielo seco sublima y provoca un choque térmico que desprende la suciedad sin necesidad de agua, disolventes ni abrasivos.
Principales características
- Proceso en seco: no genera humedad ni corrosión.
- No abrasivo: respeta la integridad de las superficies, incluso las más delicadas.
- Ecológico: CO2 reciclado y ausencia de productos químicos secundarios.
- Seguro: no es tóxico, no es inflamable y es apto para equipos eléctricos en tensión.
Ventajas para la limpieza de conductos
- Elimina el polvo y grasas incrustadas sin desmontar los conductos.
- Reduce el riesgo de legionela y, mejora la calidad de aire interior.
- Minimiza tiempos de parada en climatización industrial y HVAC.
- Cumple con normativas de limpieza y salud ocupacional.
Resultados medibles
Tras la limpieza con hielo seco, los sistemas de ventilación recuperan su rendimiento térmico y energético hasta en un 15% según los casos, disminuyendo el consumo eléctrico y prolongando la vida útil de los componentes.
Otros usos industriales
- Desmoldeo en la industria del plástico y caucho.
- Desengrase de maquinaria y motores.
- Eliminación de pintura y recubrimientos en mantenimiento.
- Restauración de superficies tras incendios (hollín y humo).
Preguntas frecuentes
¿El hielo seco raya los conductos?
No, el proceso es no abrasivo y mantiene intacto el metal o el polímero.
¿Necesito parar la producción?
En la mayoría de casos no, gracias a la limpieza in situ y sin desmontaje.
¿Que pasa con el CO2 empleado?
Se sublima a gas y se dispersa; no deja residuos sólidos ni líquidos.
